LO BELLO Y LO SUBLIME

El sábado me fui a caminar por el “Pasaje de los Libros”, que se ubica dentro de la estación del metro Zócalo hacia Pino Suárez, y cosa rara, había muchísima gente, parecía que estaban regalando algo

Las más concurridas eran las librerías de Alfaguara, Espasa, Porrúa, inclusive una dedicada a cómics, y la del FCE. Justo en esta última me llevé mucho más tiempo en revisar y husmear algunos tomos que necesito para la escuela.

Después de un rato cuando me dirigía a la caja a pagar, pude comprobar porqué había mucha gente: en casi todas las librerías estaban haciendo el 35 por ciento de descuento en todos los libros. Que maravilla. Lo mejor de todo es que estarán haciendo descuentos hasta finales de agosto.

Les decía, compré tres libros: “Introducción a El Ser y El Tiempo de Martín Heidegger” de José Gaos, un libro que les recomiendo muchísimo “Lecciones preliminares de Filofosía” de Manuel García Morente y “Lo bello y lo Sublime. La Paz Perpetua” de Immanuel Kant, un libro brevísimo que me aclaró todas mis interrogantes del porqué le gusta Kant a mucha gente.

Precisamente estuve leyendo “Lo bello y lo Sublime. La Paz Perpetua”. En verdad que les sugiero que lo tengan en sus bibliotecas personales y pongan mucha atención en el capítulo III.

Voy a transcribirles una parte de ese capítulo III:

Quien por primera vez aplicó a la mujer el nombre de bello sexo acaso quiso decir algo galante, pero acertó mejor de lo que él mismo pudo imaginarse. Sin tener en cuenta que su figura es, en general, más fina, sus rasgos más delicados y dulces, su rostro más significativo y cautivante en la expresión del afecto, la broma y la afabilidad que en el sexo masculino; sin olvidar lo que debe atribuirse al encanto secreto, que inclina nuestra pasión a juicios favorables para ellas, hay en el carácter de este sexo rasgos particulares que lo diferencias claramente del nuestro y le hacen distinguirse principalmente por la nota de lo bello

¿Lo ven?. Adquieran esa obra de Kant y lejos de que la tengan y la lean y los seduzca como a mi, incluyan esa concepción de lo bello y lo sublime en la vida cotidiana, tan llena de lastres y de sentimientos encontrados.
No faltará quienes les digan existencialistas, idealistas o soñadores, pero yo les recomendaría que a la hora de la esgrima verbal para revertir esas actitudes ignominiosas de quienes nos juzgan, citarles una frase del propio Kant: "Me dormí y soñé que la vida era belleza; me desperté y vi que era deber"

Comments

Popular posts from this blog

Que el pueblo decida el futuro del proyecto alternativo de nación: AMLO

Nada se anticipa con una mujer